
No he conocido aún a nadie que sea perfecto o que siquiera se acerque a la perfección. Si he conocido a grandes hombres y mujeres que gracias a la nobleza y a su capacidad de reconocer sus errores y aprender de ellos han logrado crecer material y espiritualmente.
Considero
que es grave y preocupante para una persona no tener la capacidad de reconocer sus errores, ya que esto puede llevarlos a desarrollar actitudes tales como la mentira, la hipocresía, el fanatismo e incluso la violación de los derechos humanos.
Las sociedades en general prefieren no reconocer sus errores y luchar para que su posición sea instalada como la correcta, aún sabiendo que está totalmente equivocado. Esto se puede entender, pero no justificar, ya que las personas en ciertas ocasiones caen en depresión y angustia al saber que lo que piensan o dicen no es precisamente lo correcto.
Creo que una de las formas de superar este defecto del ser humano empieza por la aceptación de sí mismo, reconociéndose tal como uno es con sus virtudes y sus defectos. Entre lo que debes reconocer, renunciando a cualquier ilusión que puedas haber tenido, es que eres un ser humano y que, como tal, estás expuesto a equivocarte y a cometer errores.
La humildad es fundamental para asumir una actitud positiva, teniendo en cuenta que, al contrario de lo que suele entenderse, no es lo mismo humildad que obsecuencia y sumisión. Ser humilde no significa arrodillarse ante nadie, sino reconocerse como un ser humano con todas sus imperfecciones, reconocimiento que justamente es lo que le impide considerarse mejor que los otros y con derecho a imponer su propia verdad.
¿Qué opinas tú? ¿Eres de los que reconocen sus errores? o ¿Eres de los que se justifica constantemente?
Considero
que es grave y preocupante para una persona no tener la capacidad de reconocer sus errores, ya que esto puede llevarlos a desarrollar actitudes tales como la mentira, la hipocresía, el fanatismo e incluso la violación de los derechos humanos.
Las sociedades en general prefieren no reconocer sus errores y luchar para que su posición sea instalada como la correcta, aún sabiendo que está totalmente equivocado. Esto se puede entender, pero no justificar, ya que las personas en ciertas ocasiones caen en depresión y angustia al saber que lo que piensan o dicen no es precisamente lo correcto.
Creo que una de las formas de superar este defecto del ser humano empieza por la aceptación de sí mismo, reconociéndose tal como uno es con sus virtudes y sus defectos. Entre lo que debes reconocer, renunciando a cualquier ilusión que puedas haber tenido, es que eres un ser humano y que, como tal, estás expuesto a equivocarte y a cometer errores.
La humildad es fundamental para asumir una actitud positiva, teniendo en cuenta que, al contrario de lo que suele entenderse, no es lo mismo humildad que obsecuencia y sumisión. Ser humilde no significa arrodillarse ante nadie, sino reconocerse como un ser humano con todas sus imperfecciones, reconocimiento que justamente es lo que le impide considerarse mejor que los otros y con derecho a imponer su propia verdad.
¿Qué opinas tú? ¿Eres de los que reconocen sus errores? o ¿Eres de los que se justifica constantemente?